En lo más recondito de mi ser surge cada noche, justo antes de quedarme dormido.
Es como si estuviera esperando esa décima de segundo que dejas de ser para que el ser pueda descansar. Espera ese momento justo, en el que interiormente tu brazo se alarga para pulsar el boton de apagar. En ese instante que la llave se va moviendo de encendido a apagado, justo en ese preciso instante que se empieza a escuchar el click de apagado, entonces es cuando surge cada noche, y cada noche me atrapa más, es un poco más fuerte.
Va sumando poco a poco, noche tras noche un poquito más de fuerza, para cargar fuerzas.
No sé que pretende, ni se qué es...solamente sé que en esa décima de segundo, cada noche, siento que mañana seré otra persona.
Hoy y solo hoy desvelado y somnoliento, estoy consiguiendo verlo. Mi instinto me dice que esta noche es la noche, mis ojos ya duermen pero mis dedos escriben, ya lo estoy viendo, en este estado he conseguido abrir su puerta y dejarla entornada, lo estoy mirando mínimamente.
Mi sorpresa es aún mayor cuando miro en mi interior para poder verlo y veo como surge de su cuerpo dormido una mano que se alza hacia una llave y lentamente veo como la llave se va moviendo de apagado a encendido....y justo cuando escucho el click de encendido, me mira, se dispone a dar un gran salto..................
Es de día y me quedé dormido encima del teclado.
