3/8/09

LÁGRIMA

Ya nunca más volvería a llorar. Sus antiguas lágrimas mudaron la fina piel, al hacerse adultas. Y ahora es piel todo lo que daña, es piel todo lo que pincha, y ahora llorar duele mucho más, es mucho más duro. Arrancose el corazón sin previa operación, y dañó los grandes pulmones antiguamente ejercitados por los suspiros, que anteceden al llanto. Ya nunca mas volvería a llorar. Rara vez se le vio vagabundeando como antaño. Por donde iba se escuchaban comentarios de..."parece que sabe dónde va". "Tienes unos ojos preciosos" le decían, a partir de aquella vez. Y siempre respondía que veía muchísimo más claro. Ya no empañaba nada sus ojos, y las cosas eran tal cual las veía.
Un día tal como hoy mismo, se le cruzó un niño, esas criaturas que tanto pánico le daban, se le acercó y le ofreció una rosa fresca, una rosa que según él, recogió del Edén al principio de los tiempos, armándose de paciencia y esperando ese preciso día en que aquella preciosa rosa cambiaría de bando.
Nunca más volvería a llorar. Y la rosa le susurro al oído, "ya pensabamos todos que se te había olvidado sonreir". Y se le escapó una lágrima indolora de alegría.
Salió corriendo hacia su casa, en busca de aquel corazón abandonado, a toda prisa, con la única ilusión de volver a restaurarlo en su sitio antes de que aquella lágrima de alegría se secará y lo consiguió. Su cuerpo y su alma se extremecieron de placer.
Nunca más volvería a compadecerse. E intentaría llorar todos los días, de esta manera nueva que había aprendido.