Sé que no soy la marioneta de nadie...ni lo quiero ser
Nunca me gustó ir a la escuela...todos los días igual.
Mal estudiante por usar la gran teoría...La teoría del mínimo esfuerzo.
Y la inteligencia que le ablanda el camino a la intuición, no me hace falta más.
Crecí en la calle y todo lo malo se aprende.
Un mal día, un gitano me quitó un reloj, la siguiente vez que lo intentó, le robé un diente y por poco su tiempo.
Llegaré lejos y lejos estoy, aunque me parezca cerca,
por culpa de estos intensos deseos de volar alto.
No moriré nunca...solo mi cuerpo.
No tengo precio. Repito, no tengo precio.
No tengo miedo.
Tengo un padre, una madre y mi hermana.
Tengo a mi Elena, para mi solo.
Y mis amigos son tres y pico...el pico es un brindis al pasado.
Y mi familia cerca.
Y por las sombras me dejo acariciar.
La luna mi amor platónico. La dueña de mis ojos.
Me tambaleo al despertar, casi inerte.
Y cuando despierto, se tambalean los demás.
No pido nada, y todo lo mío es vuestro.
Lejos, lejos, lejos....estoy. Y lejos de lejos quiero llegar.
Dulce brillo que recubre mi sabor a chocolate.
Hoy necesito darme una palmadita en la espalda.
Y no por ello me voy a excusar.
Me gusto y no lo escondo.
