5/10/09

MI LOCA CABEZA

Me quisieron tapar los ojos y aún seguía viendo y sentían un escozor en los suyos. Quería intentar cerrarme la boca, y seguían escuchando los ecos de mis verdades. Pueden partirme las piernas,( y esto es algo archivable en la carpeta de los hechos improbables) y aún así me salvaré de las tormentas. Intentaron parar mi corazón y cuanto más apretaban con sus rodillas mi pecho, más ensordecedor era el tintineo del alma de mi Cascabel. Y dejaron de torturarme al darse cuenta que mi cerebro no era perfecto, que por más que intentaban resetearlo, siempre le volvían a dar vida, los recuerdos de todas las personas a las que quiero...que no son muchas. Aunque la media se prolonga hacia el cielo, cuando multiplicaban el número de personas por la cantidad de recuerdos elevados a la potencia de mi cariño. Demasiado cálculo para ellos. Decidieron no intentarlo más. Al final comprendieron lo que traté de explicar al principio:
Las llaves de mi mundo están casi todas repartidas, y esas si que son pocas pocas pocas pocas pocas pocas pocas.