19/1/10

ESE TREN QUE NO ME ESPERÓ

Cuando algún día ese tren que pasó sin avisar, y el tiempo decidió dar el spring justo en ese pequeño instante de relajación que yo necesitaba sin más. Probaré a flotar cual nube recien descargada de carcajadas en forma de transparentes gotas. La humildad, la sonrisa gratis y un buen abrazo como cargador de pilas al apretar, esas son mis armas. Surcaré ríos imaginarios aunque simplemente sea un pequeño hilo de agua escapado de entre cualquier grieta de cualquier pared. Hilillo de agua que se agolpó...cuando llovieron aquellas carcajadas. Y claro que no!! No estaré triste. Sigo esperando que llegué el zigzag del tiempo, esa torcedura de tobillos de las agujas del reloj, ese traspié del segundero, esa chincheta que al caer manda el calendario y a todos nosotros que vivimos con la mirada en él, al puto suelo. Donde todos pisamos. Aquel sitio que solo palpamos con los dedos, solo y exclusivamente cuando el poder gravitatorio nos roba de las manos cualquier cosa. y entonces, ese tren hará una última parada de tiempo indefinido, hasta que yo me suba en él. Y entonces solo entonces, ese tren llegará a su destino, y olvidará estos últimos años de dar vueltas y vueltas, sin encontrar esa parada, que por algún accidente borro de su memoria....dejándome aquel día esperando, con mi pequeño instante de relajación que yo necesitaba sin más.