Hoy vengo a traerte las flores que un día te prometí
Pasó mucho tiempo, ¡ya lo sé!. Tú te disfrazabas de mi princesa, y sin disfrazarte siempre los serás. Tú en mí veías a tu héroe entre disfraces y dejé de ser lo que nunca fui.
Me perdí en mi mismo y ni el azul del cielo, ni el dulce trinar de los pájaros, supieron enderezar mi camino, hacia mi camino.
Tú me viste marchar, y no quisiste llorar, no quisiste que ni tu piel sintiera a través de tus lágrimas, esa tristeza marchita que sembré en tu faz, gratuitamente.
Pero qué podía hacer yo, si me perdí.
Hoy por fin, vengo a decirte.
Hoy quiero cantarle una melodía a tus lágrimas.
Hoy solo quiero susurrarte en las mejillas, que siempre estuviste conmigo.
No vengo a pedirte nada, ni siquiera que me entiendas.
No vengo a robarte nada, ni siquiera lo que ya era mío.
Hoy vengo a traerte las flores que un día te prometí.
Hoy vengo a visitarte mi fiel lectora, porque en realidad nunca me fui.
Hoy vengo a visitarte mi fiel lectora, porque en realidad nunca me fui.