RUTA POR EL MAR

Poner la máxima distancia entre nosotros y la monotonía. Romper con los días y las noches diarios y huír aunque solo por un corto trazo de tiempo. Hacer camino y seguir caminando entre las aguas del Mar Mediterráneo, seguir nadando lento pero sin parar, hacia otras latitudes, buscando energías que engullir para poder seguir siendo nosotros, poniendo todas las dificultades posibles a esa consumición de personas que es el trabajo. Otras culturas, otros pensamientos, otros sitios, distintos completamente a nosotros. Sin deberle nada a nadie, ni explicaciones, ni saludos. Desaparecer del conocimiento y aparecer como un personaje de cómic, de repente en la vida de otras personas. Como un Comodín que recoges del mazo de cartas por "casualidad", siendo el rey de las casualidades. Salí de mi tierra, Málaga, para entrar en la vida de otros. Continuará....